Ganancias por cloacas. Por Juan Pablo Ruiz.
Motiva esta reflexión las
palabras que la Presidenta de la Nación realizara en un acto en La Matanza, Provincia
de Buenos Aires el mismo día de un paro nacional contundente que puso en discusión
muchos temas, entre los cuales se destaca el impuesto a las ganancias sobre el
salario.
Dijo la Presidenta de la Nación
"Hacen
un paro porque tal vez tengan que dar un poquito de su sueldo para otros
compañeros, jubilados, para hacer redes cloacales“.
Lo primero que se me ocurre
pensar es en la lógica que intenta imponer la presidenta enfrentando a
trabajadores con trabajadores. No es cierto que las cloacas o las políticas sociales
deban ser financiadas por los trabajadores registrados, incluso eso alimenta la
mirada discriminatoria de aquellos trabajadores que equivocadamente dicen que
lo que pagan de impuesto es “para mantener los planes sociales”. El debate que
introduce la Presidenta es conservador y aporta más en enfrentar entre sí a
quienes deberían estar del mismo lado de las demandas.
Otra cosa que me llama la atención
es que dichas palabras salen de una persona que ha dedicado su vida a la política
y también a acrecentar su fortuna personal. La presidenta es multimillonaria,
es propietaria de valiosos inmuebles y empresas, ganó según su última declaración
jurada siete millones de pesos en conceptos de renta financiera y además no
dona absolutamente nada de su dieta presidencial para ninguna obra de beneficencia.
Sus funcionarios, que seguramente aprenden de ella tienen las mismas características.
Es a mi entender la antítesis del Pepe Mujica.
Pero lo más grave es que
cuando Néstor Kirchner era gobernador de Santa Cruz, allá por el año 1997 (en
plena década neoliberal) firmó el decreto 934 por el cual dispuso: “Considérese no integrantes de la base imponible
del impuesto regulado por la Ley N° 20.628 (t.o. 1986) y sus modificatorias,
para los agentes dependientes de la Administración Centra, Organismos
Descentralizados y Autárquico y Entes Especiales de la Provincia, las remuneración
adicionales por dedicación funcional, responsabilidad jerárquica, viáticos,
movilidad, gastos funcionales de autoridad superior, dedicación horaria o
exclusiva, desarraigo, indemnización por traslado y otros conceptos de similar
naturaleza y significado”. Firmado: Dr. Néstor Carlos Kirchner, Gobernador;
Arq. Julio Miguel De Vido, Ministro de Economía y Obras Públicas. Decreto
934/97.
Sin entrar a considerar la
barbaridad de que un decreto provincial pueda modificar una ley nacional, algo
a todas luces ilegal; quiero recordar que en el año 1997 quienes estaban
alcanzados por ganancias eran principalmente los funcionarios políticos. En década del noventa imperaba también el criterio de inventar sumas remunerativas y no remunerativas que inflaban los sueldos dejando quieto el salario básico, situación que desfinanció las cajas jubilatorias. Es decir que el presente decreto todos esos conceptos adicionales que eran mas de la mitad del sueldo por aquellos años.
Con lo cual el Ex Presidente Néstor Kirchner firmó un decreto que lo habilitaba a no pagar el impuesto a las ganancias sobre la totalidad de su dieta como Gobernador , como quien dice: firmo una ley a su medida para evadir impuestos.
Con lo cual el Ex Presidente Néstor Kirchner firmó un decreto que lo habilitaba a no pagar el impuesto a las ganancias sobre la totalidad de su dieta como Gobernador , como quien dice: firmo una ley a su medida para evadir impuestos.
Ante ello vale preguntarse ¿desde
que lugar la presidenta critica a aquellos trabajadores que defienden la
integridad de su salario cuando el ex presidente y su actual ministro utilizaron
el poder para evadir el impuesto a las ganancias?.
Si en algo fueron coherentes Néstor
Kirchner y Cristina Fernández es que no dudaron en utilizar la representación política
que les otorgo el pueblo para sacar ventajas económicas y acrecentar su riqueza
personal y familiar.
A mi entender esto los pone más
cerca de los lideres liberales como Roca
y sus estancias, Menem y su Ferrari o de María Julia Alsogaray; y por supuesto bien
lejos de Juana Azurduy o de Manuel Belgrano.
Va como archivo adjunto el
mencionado decreto 934/97.
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