LOS CAMBIOS ANUNCIADOS EN GANANCIAS
Como en una película, mostrando solo algunas
partes para generar suspenso, el gobierno nacional va mostrando la reforma a la Ley de Impuesto a las Ganancias. Ahora es el Ministro Prat Gay quien explicitó
algunos elementos y sobre ellos aventuraré a realizar un breve análisis.
Cuestiones previas.
El 12% de los trabajadores registrados están alcanzados
por el Impuesto a las Ganancias, (en 2014 llego al 26%); y más del 65% abonan
lo correspondiente a las tres categorías más altas de las escalas del art. 90,
con retenciones sobre la ganancia sujeta a impuesto del 27, 31 y 35 por ciento
respectivamente. Es decir que el 65% de los trabajadores registrado abonan su
aguinaldo y un poco más por este impuesto.
De lo recaudado por el impuesto a las ganancias
de la cuarta categoría, el 64% se reparte entre la Nación y las Provincias, de allí
que los gobernadores les ordenen a sus diputados y senadores que se hagan los distraídos
con este tema.
De lo dicho por el Ministro Prat Gay se deduce
lo siguiente:
A.- La extorsión del
MNI: El mínimo no
imponible se actualizará el año que viene un 17%, casualmente el mismo
porcentaje de la inflación proyectada en el presupuesto y el mismo porcentaje
que el gobierno propone como techo de la paritaria salarial. Pueden ver lo que
dijo Stuzeneger acá.
Es decir que si los gremios pactan por encima de 17%, el Estado se va a llevar
parte de dicho aumento por el impuesto a las ganancias.
B.- Modificaran las
Escalas: Aquí el Ministro
fue un poco enigmático, dijo que se va a bajar la alícuota del primer escalón
de la escala del 9 al 5%. Ya vimos que menos de 10% de los trabajadores están incluidos
en dicha escala. Lo otro que anuncio fue que el piso monetario de la escala pasaría
de 10.000 pesos a 40.000 pesos. Si bien parece mucho es insuficiente y digo
porque: en el año 2001 el piso de 10.000 pesos equivalía a 10.000 dólares
estadounidenses. Hoy un piso actualizado debería arrancar en 150.000 pesos
argentinos. Tengan en cuenta que es el resultado de 16 años de inflación. O sea
que si bien es una actualización importante, es claramente insuficiente y va a
tener como consecuencia que todos los trabajadores que hoy pagan el impuesto a
las ganancias lo sigan haciendo.
La otra noticia es que se va a crear un último escalón
en las escalas del Art. 90 y que va a tener una alícuota del 40%. Es decir que
los trabajadores que están alcanzados en dicha escala van a pagar
proporcionalmente más. Este es un punto rescatable ya que es el único gesto de "progresividad tributaria" que a mostrado el gobierno.
C.- El impacto de la
reforma: tal vez lo
peor del impacto de la reforma es que no va a cambiar nada, a lo sumo va a
disminuir la presión tributaria sobre aquellos que están alcanzados por las
escalas más bajas, presión que va a aumentar una vez que cierren paritarias en
2017. Lo malo es que aquellos que pagan mucho lo van a seguir haciendo. Al
igual que el Ex Ministro Kichiloff lo que se busca es que lo que se pierde de recaudación
por la actualización del Mínimo no Imponible y ahora con la actualización de
las escalas, se recupere con los aumentos salariales y con el aumento de la presión
tributaria sobre el 65% de los trabajadores alcanzados por este impuesto.
Como conclusión debo señalar que en épocas de recesión
nadie quiere (Provincias y nación) resignar recursos y mucho menos en un marco
donde los empresarios presentes en el “Mini Davos” pidieron que les bajen los
impuestos. Es decir que vamos a un sistema tributario más regresivo donde los más
ricos (el 20% de la población que se lleva el 50% del PBI) abona
proporcionalmente menos impuestos que el 80% restante de los argentinos.
Hasta ahora hemos visto un Estado rápido y
generoso para eximir a las mineras de retenciones, a pesar que tirar cianuro
por lo menos una vez al año en nuestros ríos; rápido para bajar el 5% de las
retenciones agropecuarias; y más rápido para garantizar una renta financiera a
los bancos con las LEBAC que le dan un 30% anual sin invertir ni correr riegos,
y por supuesto sin pagar impuesto a las ganancias. Ni hablar con el Blanqueo
que premia a los evasores eximiéndolos de pagar impuestos y de ser perseguidos
por sus delitos. Un hermoso canto a la impunidad.
El presidente Macri no va cumplir con su compromiso
de campaña, aquellos trabajadores y trabajadoras que lo votaron puede recordar
su promesa acá.
Parece que el sistema tributario nacional de
Macri va a ser aún más regresivo que el actual y esta película de suspenso se va transformando
poco a poco en una de terror. El problema en todo caso es que Macri no es Alfred
Hitchcock ni Prat Gay es Stephen King.
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